El partido de fútbol del domingo 27 de febrero en el estadio Metropolitano de Barranquilla era bastante aburrido, la garra y buen fútbol mostrados por el equipo Atlético Junior el jueves anterior frente al Gremio de Porto Alegre al parecer se había evaporado con la parranda de Guacherna. El marcador adverso al inicio del partido y la apatía del equipo tiburón indicaban una derrota contra el equipo pereirano.
Tal como lo ha hecho en muchas oportunidades, apareció la majestuosa ave de buen agüero que siempre presagia un triunfo para el equipo de casa. Esa lechuza que con su impecable vuelo y sus grandes alas despierta la emoción entre los hinchas y la magia con el balón a los jugadores del equipo ñero. Es bien sabido por propios y extraños que cuando la lechuza se posa sobre la cancha, Junior sale victorioso. Y esta vez no fue la excepción, primero vino el empate en la etapa inicial después de un tiro de esquina de Giovanny Hernández que supo concretar el brasilero Almeida. Para el segundo tiempo la presencia de la famosa lechuza se hizo más notoria, deambulando por toda el área del Deportivo Pereira y justo en el minuto 68 Luis Páez se inventó una jugada de crack e infló las redes del equipo rival para desatar la euforia de todos los barranquilleros.
La lechuza seguía descansando en el sector del equipo pereirano mientras que el dominio del Junior se hacía arrollador y en una desafortunada jugada la indefensa ave recibió un balonazo que la dejó aturdida. Fue en ese momento cuando apareció el animal, me refiero al jugador que presta sus servicios al Deportivo Pereira Luis Moreno, quien vino corriendo desde aproximadamente 10 metros para propinarle una cruel y despiadada patada que la expulsó varios metros. Al igual que la mayoría de los asistentes se despertó en mí todo el vocabulario soez caribeño que conozco contra el jugador panameño, sin embargo recibí con extrañeza que ningún jugador del Junior, a excepción de Luis Páez, increpara de manera firme al “señor” Moreno. El juez se hizo el de la vista gorda y el salvaje jugador siguió en el partido como si nada.
Afortunadamente la lechuza solo sufrió de una fractura en su ala derecha y fue atendida por un veterinario que se encontraba en las graderías del estadio, según informa El Heraldo.
Si bien el tiburón Willy es la mascota del equipo, esta lechuza es la insignia de la esperanza y el triunfo para los roji-blancos. Es por eso que el equipo Junior como entidad deportiva debería presentar una denuncia ante la DIMAYOR para solicitar la sanción de varias fechas y una multa económica por el acto antideportivo e inhumano cometido por el jugador.
Si de algo sirve Facebook es para propagar rápidamente una denuncia, es por eso que pese a mi poco manejo de las redes sociales creé el grupo llamado “Sanción ejemplar para Luis Moreno quien pateó a la Lechuza del Junior” y cualquiera se puede unir para mostrar su inconformidad con este hecho tan repugnante y exigir una dura sanción.
También envié el video, que evidencia el acto brutal contra la lechuza, a la Sociedad Protectora de Animales para que tomen las medidas pertinentes. La ley 84 de 1989, capítulo III, artículo 6 de la legislación colombiana lo dice claramente y este acto tan bárbaro debe ser sancionado ejemplarmente para que no se repita. La multa económica es irrisible y no pasa de $100.000, pero la pena de arresto puede llegar hasta los 6 meses, que es lo mínimo que debe pasar tras las rejas este sujeto para que recapacite y se arrepienta de su magno error.
En los Estados Unidos en el año 2.003 el beisbolista Jae-kuk Ryu fue expulsado de su equipo Chicago Cubs, luego de golpear con una bola a un águila pescadora tras intentarlo en varias oportunidades y finalmente cumplir su cometido. Al jugador también le fueron presentados cargos y pagó una multa de U$500 y 60 días de prisión.
Esperamos que la justicia en Colombia sea igual o más severa… amanecerá y veremos.
Antonio Javier Guzmán P.
ajguz@yahoo.com