La mayoría de mis artículos son pura y física mamadera de gallo y la  verdad es que con ellos no pretendo ganarme el premio Simón Bolívar,  simplemente deseo arrancarle una sonrisa a quien los lea y de esta forma  aligerar el stress diario al que estamos sometidos. Este propósito se  cumple algunas veces, otras tantas no. Hoy con este escrito, quiero  dejar la mamadera de gallo y llegarte en forma muy seria y responsable.
Por varios meses, los colombianos hemos presenciado la inclemencia del  fenómeno de “La Niña”, el cual cada día golpea en su mayoría, a los más  vulnerables en todos los puntos de la geografía nacional, desde Amazonas  hasta el Chocó, y desde Nariño hasta La Guajira. Los reportes del  Ministerio del Interior contabilizan más de 1,7 millones de compatriotas  afectados por la ola invernal en 28 de los 32 departamentos, 206  muertos, 119 desaparecidos, 2.049 viviendas destruidas y más de 275.000  hogares averiados. Detrás de cada una de estas estadísticas se esconden  dramas familiares, pérdida de seres queridos y graves choques a las  economías familiares por los activos arruinados, tal como lo refleja  brutalmente la tragedia ocurrida en Bello - Antioquia. El Atlántico no  se queda atrás y el sur del departamento es el más afectado después del  rompimiento del Canal del Dique, el que tiene al municipio de Campo de  la Cruz y su área rural literalmente con el agua hasta el cuello.
Aún hoy, creo que no dimensionamos la magnitud de los hechos y al ver  las noticas y las fotos de los damnificados nos limitamos a decir (y me  incluyo) “ay pobre gente que lo perdió todo”. Pero, ¿sabes qué?, mi  lástima o tú lástima no les sirve de nada a estas personas. Lo que  necesitan ellos es ayuda real y concreta. Así que te invito a que te  levantes de inmediato y pongas tu granito de arena para ayudar a mitigar  el dolor de quienes todo lo han perdido.
“Hoy por ti, mañana por mí” cita el viejo refrán y, con lo impredecible  que está el clima sumado al ritmo acelerado con el que estamos acabando  con el planeta, ese “mañana por mí” pudiera estar más cercano de lo que  piensas. No te creas que por estar viviendo cómodamente en un octavo  piso o en una casa grande al norte de la ciudad estás a salvo de una  tragedia, o tal vez pienses que tu casa está muy distante del rio o del  mar y por ello estás exento de sufrir alguna calamidad parecida,  recordemos el incidente ocurrido con unas casas de estrato 6 en un  exclusivo sector del barrio El Poblado en Medellín; o la casa al norte  de Bogotá que se desplomó por un deslizamiento de tierra; la historia  nos indica que el hombre no es rival contra la furia de la naturaleza.
Hoy te hago un llamado para que tengamos caridad con nuestros hermanos.  La caridad es el amor desinteresado hacia tu prójimo, es la práctica  organizada de la prestación de auxilio a los más despojados y es eso es  lo que justamente necesitan ellos, un poco de caridad de nuestra parte y  no lástima o pesares.
Ahora bien, no salgas con la tonta excusa de que no tienes dinero para  ayudar. Si bien la crisis financiera ha afectado todos los sectores,  cada uno de nosotros puede hacer un esfuerzo y ayudar a los más  necesitados.
¿O me vas a decir que en estas navidades no piensas gastarte una buena  suma de dinero en un montón de regalos vacíos que no te alcanzarán para  comprar amor, amistad, fidelidad o un poco de afecto?
Si eres un hombre soltero o casado, que labora en una empresa y le  gusta empinar el codo en estas navidades, sólo por este fin de año  pudieras dejar la parranda a un lado y ese dinero que dejas de gastar o  mal gastar, mejor lo donas a tus hermanos del sur del Atlántico.
Si eres mujer, tal vez la esposa del hombre mencionado anteriormente,  tal vez secretaria, cajera de banco, estilista, visitadora médica o  quizás una soltera ejecutiva ¿no crees que ya tienes suficientes zapatos  y carteras en tu saturado armario? Créeme que no te pasará nada si no  estrenas ropa el 24 o el 31 de diciembre, así que ponte alguno de los  vestidos que sólo has usado una vez e invierte ese dinero en alguien que  realmente no tiene con que vestirse.
Si eres empresario o un pequeño emprendedor independiente, destina un  porcentaje de las ventas de este mes para este propósito, recuerda que  lo que hagas por ti morirá contigo pero lo que hagas por los demás  perdurará por siempre.
Si estas desempleado(a), tal vez pienses que esta es una buena excusa  para no dar aportes en dinero, sin embargo puedes invertir mucho de tu  tiempo sirviendo de voluntario para todas las tareas que se necesitan en  estos momentos y de paso vivirás en carne propia el verdadero  significado de haberlo perdido todo y te sentirás muy afortunado y  agradecido con la vida, ya que tal vez no tengas empleo pero tienes un  techo digno y seco donde vivir.
Si eres político deja ya de robarte el dinero del pueblo, ponte a  trabajar por una vez en tu vida de manera desinteresada, sin pedir  comisiones ni prebendas; si la tarea te queda muy difícil pues la  tentación es muy grande, hazte a un lado y por lo menos mantente lejos  de las ayudas. Ya tendrás otras oportunidades para seguir haciendo lo  que mejor sabes hacer.
Si eres un adolescente, también puedes aportar lo tuyo, ya sea dando una  tajada de la mesada semanal que te dan tus padres o de los vueltos que  nunca le entregas cuando haces mandados.
En la Biblia, Mateo 6,3 dice “¡Que tu mano derecha no sepa lo que hace  tu mano izquierda!”; pero si lo que te motiva a ayudar a tu hermano es  tomarte una foto regalando un mini mercado y subirla en Facebook, para  así sentirte más santo que todos los de tu lista de amigos, sólo por  esta vez creo que el viejo Chucho te la pasará.
Todos, absolutamente todos, podemos auxiliar a esas personas que están  pasando por una etapa muy difícil de sus vidas; nuestra valiosa ayudará a   aminorar de alguna forma su dolor.
Si ya decidiste realizar tu ayuda y no sabes cómo hacerla, aquí te dejo las diferentes formas de hacerlo.
•La Cruz Roja, seccional Barranquilla, ubicada en la Calle 65 No. 34-33 y  algunas Parroquias de la ciudad están recibiendo alimentos no  perecederos, agua en botella, sales rehidratantes (suero oral),  elementos de aseo, utensilios de cocina, sabanas y colchonetas. Todo  nuevo.
No reciben: Alimentos perecederos, ropa (ni nueva ni usada) ni medicamentos, salvo los procedentes de laboratorios.
•Tu aporte en pesos lo puedes hacer en la cuenta corriente 242016244, del BBVA, a nombre de Cruz Roja Colombiana Emergencias.
A todos los damnificados les dejo un mensaje de aliento copiado del  Padre Alberto Linero: "Ni la soledad, la pobreza, la enfermedad, la  mentira o la traición van a triunfar, su presencia es siempre  momentánea, vence el amor y Dios".
Ajá, ¿Todavía estas sentado leyendo?, ¿qué esperas para meterte la mano al dril?
¡Manos a la obra! 
Antonio Javier Guzmán P.
ajguz@yahoo.com
P.D.: Cuando te digo que por las fotos o videos no dimensionamos la  tragedia es completamente cierto. Esta semana visité una de las zonas  afectadas del departamento y es impresionante la tragedia que se vive.
