Querido y estimado compañero de vuelo:
Bien sea por las casualidades de la vida o tal vez fruto del destino, el día de hoy tu y yo viajaremos juntos. No me importa si los astros se alinearan para que se diera esto, pero sea lo que sea antes de que el avión despegue te quiero dejar claro ciertas cosas, de la manera más amable posible.
• Por favor no me hables de política. No soy uribista ni mucho menos santista, más bien todo lo contrario. Los tuits de uno y la paz del otro me tienen hasta la coronilla. Por más que creas tener la solución a los problemas de Colombia nada cambiará y todo seguirá igual.
• No me hables de fútbol, hace años dejé de verlo. El Junior es un circo completo y los partidos entre el Real Madrid y Barcelona se han vuelto una batalla de insultos entre hinchas chibchombianos que no me interesan.
• No me hables del clima. En Barranquilla toda la vida hará calor, en Bogotá frío y en Medellín los paisas se quejarán de las dos. Punto.
• No te quejes de Avianca conmigo, yo no tengo la culpa de que la aerolínea se retrase y me imagino que tu estatus de viajero es Diamante Zafirado bañado en Oro. Si estás aburrido de viajar con ellos te aconsejo te compres tu jet privado y te evitarás ese tipo de molestias que tu alcurnia no soporta.
• No veo novelas, la última que vi fue “Betty la fea” así que no sé por dónde va tabla con la de Diomedes, Niche, Joe o Shakira si es que ya la están dando.
• No tengo puta idea de por qué el dólar sube y el petróleo baja. Lee la revista Portafolio y tal vez allí encuentres la respuesta.
• Si eres mujer, por mucho que estés buena no me eches los perros. Tengo un genio que ni yo mismo me soporto, soy aburrido de pies a cabeza, más duro que un sancocho de tuerca y, por si fuera poco, felizmente casado.
• Si eres hombre, y también quieres echarme los perros por favor lee el punto anterior. Aplica de igual manera.
• No me des tu tarjeta de presentación. La mayoría las pierdo si antes no las he botado. Sé que con tu trabajo estas ad portas de salvar al mundo, encontrar la cura del cáncer o inventarás algo que cambiará nuestras vidas.
Si ya leíste todo esto y no has entendido el mensaje que intento darte, lo único que quiero es que no me jodas la vida y me dejes dormir tranquilo durante todo el vuelo.
Con cariño,
Antonio Javier Guzmán P.
@ajguzman Bien sea por las casualidades de la vida o tal vez fruto del destino, el día de hoy tu y yo viajaremos juntos. No me importa si los astros se alinearan para que se diera esto, pero sea lo que sea antes de que el avión despegue te quiero dejar claro ciertas cosas, de la manera más amable posible.
• Por favor no me hables de política. No soy uribista ni mucho menos santista, más bien todo lo contrario. Los tuits de uno y la paz del otro me tienen hasta la coronilla. Por más que creas tener la solución a los problemas de Colombia nada cambiará y todo seguirá igual.
• No me hables de fútbol, hace años dejé de verlo. El Junior es un circo completo y los partidos entre el Real Madrid y Barcelona se han vuelto una batalla de insultos entre hinchas chibchombianos que no me interesan.
• No me hables del clima. En Barranquilla toda la vida hará calor, en Bogotá frío y en Medellín los paisas se quejarán de las dos. Punto.
• No te quejes de Avianca conmigo, yo no tengo la culpa de que la aerolínea se retrase y me imagino que tu estatus de viajero es Diamante Zafirado bañado en Oro. Si estás aburrido de viajar con ellos te aconsejo te compres tu jet privado y te evitarás ese tipo de molestias que tu alcurnia no soporta.
• No veo novelas, la última que vi fue “Betty la fea” así que no sé por dónde va tabla con la de Diomedes, Niche, Joe o Shakira si es que ya la están dando.
• No tengo puta idea de por qué el dólar sube y el petróleo baja. Lee la revista Portafolio y tal vez allí encuentres la respuesta.
• Si eres mujer, por mucho que estés buena no me eches los perros. Tengo un genio que ni yo mismo me soporto, soy aburrido de pies a cabeza, más duro que un sancocho de tuerca y, por si fuera poco, felizmente casado.
• Si eres hombre, y también quieres echarme los perros por favor lee el punto anterior. Aplica de igual manera.
• No me des tu tarjeta de presentación. La mayoría las pierdo si antes no las he botado. Sé que con tu trabajo estas ad portas de salvar al mundo, encontrar la cura del cáncer o inventarás algo que cambiará nuestras vidas.
Si ya leíste todo esto y no has entendido el mensaje que intento darte, lo único que quiero es que no me jodas la vida y me dejes dormir tranquilo durante todo el vuelo.
Con cariño,
Antonio Javier Guzmán P.